En el año de 1947, en remplazo de la especialidad de sastrería se crea la especialidad de fundición. Inicia con pocas herramientas, un horno de foso para fusión de metales no ferrosos como aluminio y cobre, horno revestido con ladrillo común y combustibles como carbón mineral y coque cuando se consigue; dicho horno se aprovechaba para forjar el calentamiento de piezas pequeñas; posteriormente se construye en los primer hornos de cubilote para la fusión de hierro de segunda fusión.